viernes, 25 de enero de 2013

Si la vida no la ves en Blanco y Negro, me alegro.

Queridos lectores, En esta ocasión voy a hablar de colores, de lo que significan los colores para mí y de lo que me hacen sentir, o dejar de sentir. Los colores siempre han sido algo muy importante en mi vida, me gustaba vestir con colores vivos, amarillo, verde, rosa, turquesa…, el naranja nunca me gustó demasiado; pero bueno, elegía cualquiera mucho antes que el negro, el marrón o el azul marino (con éste último tuve un problema mucho tiempo). Incluso recuerdo que en mi adolescencia, finales de los 90’, me ponía medias de colores, aunque pareciera un poco “rarita”… Así la vida siempre era “de luz y de color” como decía Marisol.

Con los años y las circunstancias, en invierno, el trabajo o las dos cosas juntas, una se ve siguiendo a esa marea gris que es la moda laboral y a esa tendencia de llevar tonos oscuros que personalmente creo que no ayudan para nada a sobrellevar lo triste, ya de por sí, que son los días de invierno, por muy elegante o “neutro” que parezca. Con esto quiero empezar a daros trabajo y una idea para que la psicocinéis mientras veis el vídeo que os dejo a continuación. ¿Pensáis que es nuestra personalidad/estado de ánimo la que hace que usemos determinados colores o que ciertos colores hacen que nos sintamos de maneras diferentes? Psicocineros, poned esta idea a calentar que luego seguimos con ella.




¿Qué os ha parecido el vídeo? Me imagino que habrá de todo un poco, quién ya lo haya visto, quién lo vaya a ver, a quién no le gusten nada los carnavales o que ni siquiera sepa lo que es el Carnaval de Cádiz. Sin embargo, mi objetivo con este vídeo no era introduciros al Carnaval ni a las Chirigotas, si no mostraros primero de dónde me he sacado el título y luego lo que mucho que este minuto (sobre todo del 0:30 al 1:30) me ha hecho pensar esta semana. Aquí es dónde volvemos a la pregunta de antes, ¿qué habéis psicocinado?

En estos días ME HE VUELTO A DAR CUENTA de la importancia de colores en mi vida, para mí psicocineros si que son muy importantes y que influyen en mi estado de ánimo y al parecer yo lo había olvidado. La vida es un continuo proceso de darse cuenta, pero esto no siempre supone aprender cosas nuevas, a veces tenemos que echar la vista atrás y “rescatar” parte de lo que ya sabíamos y hemos dejado de lado. Como dice el Canijo de Carmona (autor de la chirigota) muy acertadamente “El niño se convierte en joven, el joven en hombre, el hombre en un viejo” y en este proceso cambiamos, evolucionamos, aprendemos; pero también olvidamos a veces parte de nosotros.

Yo llevo dos meses en Canadá vestida de negro y no porque esté de luto o cualquier otra cosa, sino porque con este frío siempre llevo un abrigo negro de pluma tipo saco de basura (bautizado así por mi amiga S de V, CR) que no deja ver nada de lo que llevo debajo, y así me pongo mis también negros bolso, gorro y bufanda y lista, a la calle. Si a esto le sumas el blanco del ambiente, que el blanco no es feo ni mucho menos y los pueblos blancos andaluces son una maravilla; sin embargo cuando el blanco lo tienes todos los días en el cielo la cosa cambia y sin darte cuenta, empiezas a ver la vida en Blanco y Negro. ¡Y eso no puede ser! A vestir con colores para sobrellevar el invierno y las penas y las alegrías. Que el negro estiliza pero entristece. Es como el luto, antiguamente y no tan antiguamente en algunas casas el luto había que mantenerlo toda la vida, yo creo que para que nunca se te olvidara que tenías que estar triste de por vida, mientras que yo creo que tendría que ser lo contrario, vestir algo alegre para que te ayude a sobrellevar ese momento tan malo que ya se lleva por dentro.

A mí me gustan los colores vivos, así que voy a recuperarlos en mi vestuario cada día, voy a ser yo y a ir dejando un poco el negro de lado, que parecemos cucarachas y voy a empezar ahora mismo recuperando el tiempo perdido.



                                                             No hombre esto es broma…

Pero lo que si es cierto es que os animo a vestir colores, a llevarlos en alguna parte, a recordar que la vida está hecha de alegría y si después de este post la veis menos en Blanco y Negro, me alegro.

Hasta la próxima os dejo vistiendo de colores y psicocinando ideas.