sábado, 6 de julio de 2013

¿Para siempre?, mejor para un ratito

Cuenta la historia, que un comerciante de sedas europeo llegó a una pequeña ciudad del lejano oriente hace muchos, muchos años. A su llegada, el comerciante se encontró con el alcalde de la pequeña ciudad, el cuál le invitó a dar un paseo antes de empezar con los negocios. Mientras caminaban y conversaban distendidamente pasaron por el cementerio de la ciudad, el comerciante comenzó a mirar las lápidas y no podía creer lo que estaban viendo sus ojos. Nadie allí enterrado tenía más de cinco años en el momento de su muerte. Asombrado preguntó al alcalde si éste se trataba de un cementerio de niños a lo que él le respondió. – No querido amigo forastero, en mi ciudad las cosas no son como en occidente, allí la gente quiere tener una vida longeva, con posesiones y placeres mundanos. En nuestro lado del mundo en cambio no valoramos tales cosas. ¿Ves aquella lápida de allí donde dice que esta persona murió con dos años, ocho meses y 17 días? Ella tenía 73 años. ¿Y aquella de allí con 11 meses y 23 días? Esa persona falleció a los 58 años de edad, y así todos los difuntos que se encuentran aquí.
Ante esta explicación el comerciante se quedó confundido a la vez que sorprendido a lo que el alcalde le aclaró. – Querido amigo, es simple, sólo hay que saber que la vida no se trata de vivir más años, ser inmortales o intentar quedarnos para siempre. La vida son los momentos que vivimos felices, eso es lo que cuenta, sólo esos ratitos.


Buenas tardes queridos lectores,


Un tiempo atrás no he podido dejar de pensar en la palabra SIEMPRE, según la definición de la RAE es “En todo o cualquier tiempo”. A esta palabra le podemos añadir las preposiciones por o para y ya vamos, atados de por vida, por SIEMPRE JAMÁS (valga la redundancia)  a lo que sea que sea para SIEMPRE.
¿Alguna vez os habéis parado a pensar que desde que somos medianamente adultos todo en nuestra vida se basa en conseguir cosas para SIEMPRE? Un trabajo para SIEMPRE, una casa para SIEMPRE, una pareja para SIEMPRE y así absolutamente todo. Quedando tan centrados en conseguirlo que se nos olvida o no tenemos tiempo para conseguir otras cosas, ni siquiera por un ratito. Creo que la palabra SIEMPRE es una palabra envenenada, enemiga de la felicidad. Como humanos o más bien como personas, somos cambiantes, nuestra fisiología, anatomía, pensamiento, cerebro inferior y superior, cortex,  y un largo etcétera cambia continuamente desde el momento en el que nacemos hasta el momento de nuestra muerte. Esto es así, nada en nuestro cuerpo es para todo o cualquier tiempo, entonces ¿por qué nos empeñamos en rodearnos de cosas que pretendemos que sean así? Mi humilde teoría o más bien mi ambiciosa divagación es muy larga, pero gira en torno al concepto del miedo, religión, bien y mal por un lado y seguridad, pertenencia, permanencia por el otro. Estas dos caras de la moneda combinadas hacen que como personas busquemos el SIEMPRE continuamente, muchas veces dejándonos la vida en ello.




Ahora yo os quiero confesar algo, yo no creo en el SIEMPRE, ni como palabra ni como concepto. Me da dolor de cabeza, estrés mental, demasiada responsabilidad emocional. Así que he decidido que el mejor concepto para la permanencia de cosas, ideas o personas a mi lado va a ser “el RATITO”, ¿qué es un RATITO, cuánto dura? No sé deciros, a veces sólo unos minutos, a veces años y años.




A pesar de todos los cambios que están aconteciendo en mi vida en estos últimos meses, semanas, días estoy feliz, mejor dicho SOY feliz, por encima de las situaciones, por encima de las personas, por encima de los cambios, soy feliz. Y eso es lo único que voy a intentar mantener por y para SIEMPRE. Lo demás como ya os he dicho son ratitos. Vamos a psicocinar varias ideas juntos. Una idea del para SIEMPRE es la del trabajo para SIEMPRE, si es funcionario con plaza fija mejor que mejor, nos formamos para esto desde niños; pero y si luego no nos gusta, y si no queremos eso para SIEMPRE, si queremos descansar un RATITO, cómo explicar estas situaciones en una sociedad del SIEMPRE. Todo esto puede pasar, sólo hay personas que se quedan ahí pensando en cómo sería su vida mientras ven los programas tipo “Españoles por el mundo” y otras que por un RATITO son más felices siendo friegaplatos que profesores o niñeras que consultoras, por lo menos durante un RATITO.


Otra gran parcela del para SIEMPRE es el amor. Pensar un vuestra vida en pareja, actual o pasada si es que ahora estáis solteros. Todos hemos oído decir que después de un tiempo se pierde la chispa, que se va la magia. Bueno pues siento deciros que ese momento, también es el momento en el que el RATITO se cambia por el para SIEMPRE. En el momento que dos personas pasan a sentir sentido de pertenencia mutua empiezan las rutinas y las desidias. Yo creo fuertemente en el amor para un RATITO, la sensación de estar enamorado un RATITO es la mejor, no hay estrés ni responsabilidad emocional. No le debes ni te deben fidelidad, no hay un tener que, simplemente estás porque quieres, este RATITO, mañana ya se verá. Como os he dicho nunca se sabe cuánto duran los RATITOS. Así el amor es más sano, más real, mirar cada día a la cara a la persona que os acompaña en este momento y decir, “Hoy me quedo, un RATITO más”. Conozco personas que llevan enamorados de esta manera un RATITO que dura ya más de 30 años.




Yo misma he pasado por la idea equivocada del SIEMPRE y me he caído, me he lastimado y he lastimado (lo siento) y duele darse cuenta de que tu RATITO con esa persona se acabó hace tiempo, pero quieres alargarlo, pero no lo sientes igual, lo sabes sin admitirlo, lo notas sin pensarlo. Es duro pero es así, llegar un día, mirar a la cara a la persona que nos acompaña en ese momento y decir, “Hoy no me quedo, ya el RATITO se ha acabado”. Eso da miedo SIEMPRE, pero también es ser valiente, es conocerse a uno mismo y escucharse. Mirarse en el espejo con los ojos llenos de lágrimas, pero aceptando que la vida no se basa en el SIEMPRE sino en RATITOS. Para ser feliz, la gran mayoría de las veces es mejor enfrentarse a ese momento tan duro que decir “Hoy me quedo, pero el RATITO se acabó hace mucho tiempo”. Yo no soy así, y no podré serlo nunca. En ninguna parcela de mi vida, ni siquiera sé dónde estaré dentro de un RATITO. Psicocineros la vida es un ratito, la vida es ser feliz y acumular días en nuestra lápida personal. Aquí y ahora. ¿Para siempre?, mejor para un ratito.


Os dejo un RATITO, pero SIEMPRE psicocinando ideas.



domingo, 12 de mayo de 2013

Mamá te voy a decir una cosa


Buenos días queridos lectores, mamá,

El domingo pasado fue el Día de la Madre en España y este domingo lo es en Canadá y el resto de América. No podía dejar pasar la ocasión de dedicarte una entrada en este blog mamá, porque tú sabes que eres única y te mereces esto y más, así que mamá te voy a decir una cosa.





A lo largo de nuestra vida juntas hemos pasado de todo lo que se puede decir y pedir, de todo, unas veces más unidas y otras menos; pero irremediablemente juntas. Cuando pienso en nosotras se me viene siempre la misma imagen a la cabeza. Madre e hija en la película Chocolat mudándose con el viento del norte. Así éramos nosotras, cada año con la casa a cuestas, pero con algo que se hacía fuerte, nosotras. Te acuerdas de los “ – Mamá ¿dónde está nosequé? –Ni idea pero no te preocupes que aparece en la mudanza”. Mamá después de todo esto cómo quieres que no haya estado siempre y siga estando deseosa de conocer el mundo, lo de allí ya me lo conozco… En esta película hay un chocolate para cada persona, dulce, amargo, picante… juntas hemos probado todos, la mayoría por el momento.


Siempre te he considerado una mujer fuerte, al menos para mí, siempre has estado conmigo, sin separarte ni un poquito pero dándome mi espacio, siendo la madre más joven y moderna, pero a la vez de las más firmes en tus decisiones. Todo lo que soy es por ti, sin darme cuenta, en el día a día siempre estás aquí. A 7000 km de distancia, si un día no hablamos me riñes porque te tengo abandonada. Tú siempre has sido mi madre, pero también has sido mi ídolo, mi enemiga, mi amiga, mi más odiada y más querida, mi apoyo, mi confidente, mi carcelera y mi vía de escape. Todo eso sólo en ti, a lo largo de la vida y los momentos. Hemos pasado por todo tipo de momentos, tú lo sabes mejor que yo, ya que la mayoría de las veces ocultabas todo lo malo para que yo no me diese cuenta, sólo el tiempo me ha hecho mirar y ver. Pocas veces te he visto llorar y muchas veces has llorado.


Dicen que madre no hay más que una y tú has sido de las guerreras, una campeona. Te bajaste de un tren que iba muy rápido, te fue muy difícil y aún así lo hiciste, seguro que la caída nos hizo algunas heridas de las que todavía queden cicatrices, pero no era tu tren. Tu tren siempre estuvo a mi lado haciéndome la vida fácil y las cicatrices son historias y aventuras, si no que se lo digan a mi cara. Yo tengo suerte de tener una madre de las buenas, de las que me gustaría ser, de las que están siempre, siempre y con sólo una mirada saben cuándo sus hijos más las necesitan; aunque mamá tú has desarrollado el sexto sentido de saberlo en la primera palabra de una conversación al teléfono, en un tono de voz.


Mayo es el mes de las madres porque todo nace y renace, nunca lo había vivido tanto como aquí en Toronto. Me fui de vacaciones dejando una ciudad de árboles caducos, de naturaleza muerta por el frío invierno. Después de una semana, de abril a mayo, todo es mágico, verdes, hojas, flores, rojas, blancas, amarillas. Así es más difícil ver la vida en blanco y negro y yo mealegro. Hoy sopla el viento del norte, domingo frío, pero viento que me hace tenerte aquí conmigo, en mis pensamientos.





La semana pasada estuvimos juntas (físicamente) para reponer fuerzas, otro tirón. Siéntete feliz porque estoy feliz, hablamos mucho de eso, el tiempo lo dice todo, pero me siento feliz ahora, me siento feliz conmigo y me siento la protagonista de mi vida, algo que, una vez más aprendí de ti. Mamá estaremos siempre juntas, irremediablemente, la vida pasa, pasan las gentes y sus momentos, pero tú y yo no tenemos otro destino que el de soportarnos (en el buen sentido). Aquí estoy siempre y lo sabes, estás ahí siempre y lo sé, como dos fans incondicionales del mismo equipo, de nuestro equipo. Sé que no soy la hija más cariñosa del mundo, que llevas toda la vida correteándome para darme un beso y más de diez años dando vueltas por ahí lejos de ti. Lo siento mamá Érase una hija a una maleta pegada y tú me cosiste las alas. A ti también te digo eso de Espérame, tan solo espérame que cuando pueda volveré.


Mamá eres el pilar de mi corazón y te prometo que todo irá bien.
Te quiero, esa era la cosa que te quería decir, lo demás son anécdotas.


Hasta la próxima os dejo con vuestras mamás (también las que ya sólo pueden estar en nuestro pensamiento) y psicocinando más ideas.

sábado, 11 de mayo de 2013

Fridays (Saturday) on sweet: “María” Magdalenas


Buenas noches psicocineros,


Seguro que todos conocéis la expresión llorar como una Magdalena (no como una Macarena). Significa llorar desconsoladamente y seguramente venga de cuando María Magdalena lloró la muerte de Jesús. Pues bueno, como la mayoría sabréis, la semana pasada estuve en España y así es como lloré yo una hora en el aeropuerto antes de venirme, como una Magdalena, desconsoladamente y sin poder parar. Al aeropuerto me llevó mi propio Jesús, que yo también tengo uno para no ser menos Magdalena que la verdadera, y cuando nos estábamos despidiendo yo lloraba y lloraba y lloraba. Después me llamó mi madre cuando me acercaba a la puerta de embarque, y lloraba y lloraba y lloraba… como una Magdalena.


No lloraba por estar triste, estoy y me siento feliz en Toronto. Lloraba por la despedida en sí (no me gustan) y por la incertidumbre que tengo aquí por el momento. Pero bueno, tanto llorar como una Magdalena me acordé de lo que me gustan a mí las magdalenas de toda la vida y que nunca me había atrevido a hacer, así que he decidido intentarlo para nuestra receta de hoy en Fridays (Saturday) on sweet, con la receta del libro Cocina divertida para niños de Susaeta.


Magdalenas

Ingredientes
3 huevos
La ralladura de 1 limón
¼ kg de azúcar
¼ l de leche entera
¼ l de aceite de girasol
400 g de harina
1 sobre de levadura en polvo tipo Royal

Tiempo de preparación: 10 minutos + 20 minutos de horneado
Dificultad: Baja
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Se precalienta el horno a 180 o. Batimos los huevos a punto de nieve con una batidora de varillas para que la masa quede más esponjosa y añadimos el azúcar. A continuación añadimos el aceite, la leche y la ralladura de limón. Mezclamos bien todo con una cuchara de madera.
Después de haber mezclado la levadura con la harina, vamos incorporándola poco a poco a la mezcla anterior, sin dejar de remover.
Una vez mezclado todo, vertemos la masa en moldes de papel para magdalenas, sin llenarlos del todo. Hornear durante 20 minutos aproximadamente.
Antes de meterlas en el horno las espolvoreamos con un poco de azúcar.




Las mías han salido un poco planas por arriba y no con la montañita típica de las magdalenas de toda la vida. Estoy intentando psicocinar el motivo pero no tengo ni idea porque he hecho todo exactamente como dice la receta. Por favor si alguien lo sabe espero consejo. De sabor, sin embargo están riquísimas, y a mí me gustan con una oncita de chocolate con leche. Mmm, ¡qué rico!



Volveremos con Fridays (de verdad) on sweet by Psicocina de ideas.

Por hoy os dejo sin llorar como la Magdalena, pero psicocinando “María” Magdalenas y con la Canción para la Magdalena de Sabina.



viernes, 3 de mayo de 2013

Fridays on sweet: Tarta de manzana

Buenas tardes psicocineros,

Aquí estamos otro viernes más para compartir una receta de Fridays on sweet con vosotros. Este viernes es especial porque os escribo desde Mi querida España, más concretamente desde el coche dirección Madrid. Al igual que el viernes pasado hoy os traigo otra receta en diferido, la diferencia de esta ocasión es que esta tarta ni la he hecho ni la he ideado. Os traigo la receta de la Tarta de manzana, tarta conocida donde las haya; elaborada por Mayca, que se está convirtiendo en una repostera de primera y que me da hasta envidia cuando veo las tartas con fondant que ha aprendido a hacer. Tiene unas manos que no os podéis imaginar... Una vez, cuando todavía no iba a cursos y este tipo de repostería no estaba tan "de moda", me hizo una tarta de cumpleaños con forma de mariquita que aluciné (yo estuve mucho tiempo coleccionando mariquitas hasta que un buen día ya no sabía dónde meterlas).

Estos días atrás he estado en Mijas en casa de mi madre y Mayca vino a tomar café con una fuente en las manos con algo que prometía... Y efectivamente olía y sabía de maravilla. Una Tarta de manzana de la cual aquí os dejo la receta. Por varios motivos utilizaré hoy esta receta en el blog; porque no he tenido ni voy a tener tiempo estos días de cocinar ni psicocinar, porque me gusta haceros partícipes de Fridays on sweet y porque Mayca, como ya he dicho, tiene unas manos estupendas para todo esto.
 


 
Tarta de manzana
Ingredientes
Para la base (para un molde de 26-28 cm) 175 g. de harina de repostería.

65 g. de mantequilla fría.
35 g. de agua.
1/2 cucharadita de azúcar.
1/2 cucharadita de levadura.
Pellizquito de sal.
( 1 huevo para pintar)

Para la crema
1 rama de canela.
Piel de 1/2 limón.
3 huevos.
500 ml. leche (semidesnatada o entera)
120 g. azúcar
30 g. maicena

Para decorar
1 ó 2 manzanas.
Mermelada de melocotón o albaricoque.
Tiempo de preparación: 30 minutos de preparación + 40 minutos de horneado + 30 minutos de nevera.
Dificultad: Baja.
Precio final: Bajo.
Accesibilidad de los ingredientes: Alta.

Mezclar los ingredientes de la base en el orden en el que aparecen en la lista y amasar hasta obtener una masa consistente y uniforme. Envolver en film transparente y mantener en la nevera hasta su montaje. Mínimo 15 minutos.

En un cazo, mezclar los ingredientes de la crema y poner a fuego medio-alto sin dejar de remover para que no se pegue mientras espesa.Retirar, colar, tapar el bol con film transparente que toque la crema y reservar en la nevera.

Montaje:
Extender un poco de harina en la encimera para poder manejar la masa sin que se nos pegue. Dar forma del molde y cortar el sobrante.Pinchar la masa con un tenedor para que no suba y pintar con huevo.

Verter la crema encima de la masa de forma uniforme mas o menos un dedo antes de llegar al borde.
Pelar las manzanas y cortarlas en cuatro trozos y cada uno de ellos en laminas e ir colocándolas encima de la crema de forma que monten un poco unas encima de otras.

Meter al horno ya precalentado a una temperatura de 180º C  durante unos 40 minutos mas o menos. No abrir el horno durante los primeros 25/30 minutos.
Una vez transcurrido el tiempo dejar enfriar sobre una rejilla y una vez templada, pintarla con la mermelada elegida. Conservar en la nevera hasta el momento de consumirla.





 No puedo terminar este blog sin darte las gracias Mayki, eres una máquina, me has puesto la receta de tal manera que no he tenido ni que modificarla, vamos un corta y pega ha sido esto... Lo que sí prometo es hacerla y ver como me sale, pero cuando vuelva a Canadá, que el poquito de tiempo que me queda quiero disfrutar de mi tierra, de mi gente que sino al final... echo de menos. Aunque de eso ya os contaré pronto.
 
Volveremos con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Tarta de manzana.

viernes, 26 de abril de 2013

Fridays on sweet: Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake


Buenas noches psicocineros,

Aquí estamos de nuevo un viernes más, pero no un viernes cualquiera porque en unas horas parto con destino España así que me tendréis que perdonar porque esta receta, aunque la he hecho varias veces, hoy no ha sido una de ellas, así que he tomado prestada la foto de mi primasa F que lo hizo ayer y tiene una pinta exquisita. La semana pasada os conté como suspiraba por ir a España, por mi gente, por mi tierra… bueno, hoy he de deciros que los suspiros se han convertido en una semana completa de insomnio, de maleta, de nervios, de preparativos, de… un no parar… pero lo peor es que esta tarde tomándome un café mientras que caminaba por la calle he pensado que eso voy a echarlo de menos… ¿será un síntoma de que me estoy volviendo toronteña? Whatever, tengo ganas de ir a España pero deciros a todos antes de que me veáis por allí, que estoy muy bien aquí, soy feliz y estoy a gusto. Aprendiendo, disfrutando, valorando, conociendo, riendo… solo os echo de menos a vosotros de carne y hueso porque como comenté en el primer post que escribí en Canadá, nos vemos más ahora que cuando vivía en Madrid… de lo demás, echo de menos el clima pero realmente no mucho más… aquí hay prácticamente de todo. Terracitas hay, productos españoles hay, buena gente para salir hay, teatros hay, cines hay, ZARA hay, hasta Tío Pepe, vinagre de Jerez, chorizo, morcilla… Lo que si echo de menos son las gambas por dios!! Y las acedías y tres o cuatro cosas más… pero vamos, que como dijo el otro día mi primo B, vivo en la civilización en una ciudad desarrollada, no como él el pobre.

Pero ya está, seguimos con lo que íbamos, como también os adelanté la semana pasada, hoy os traigo un pastel en diferido. La receta en este caso es mía (también la hará más gente, pero no la busqué en ninguna parte, simplemente la psicociné antes de cocinarla), pero la repostera ha sido en este caso la primasa F que no sabe todavía que su pastel va a aparecer en el blog. Hoy os voy a contar la receta del Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake. El origen de esta receta está en el helado de Ben & Jerry’s, que desde que lo probé se convirtió en mi favorito junto con mi clásico de dulce de leche. El ChunkyMonkey es un helado de plátano con nueces y trocitos de chocolate, esa mezcla es deliciosa en el helado cuando está cremoso; así que un buen día probé a usar los mismos ingredientes con una base de bizcocho tradicional. Deciros que hay un pastel muy típico americano llamado Banana Bread que no es para nada lo mismo, sólo se parecen en el uso del plátano, nada más. Por hacer una comparación sería como decir que las cupcakes y las magdalenas son lo mismo y ¡para nada! Este último se suele encontrar en Starbucks y sitios similares o la receta en internet si lo queréis probar porque también es muy bueno.


Como os decía, la primera vez que hice este bizcocho fue un día en Madrid, cuando la primasa F me pidió que le hiciese un bizcocho y decidí psicocinar alguna idea nueva, por no hacer siempre el mismo. Aproveché que tenía unos plátanos maduros en casa y que poco días antes había comido este helado para que la idea me viniese a la cabeza y manos a la obra:

Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky monkey cake
Ingredientes
3 plátanos maduros
1 taza (cup) de nueces
1 taza (cup) de pepitas de chocolate para repostería
3 huevos
1 sobre de levadura en polvo tipo Royal
1 yogurt natural o de plátano
-          Con la medida del vasito de yogurt:
1 de aceite de girasol
2 de azúcar
3 de harina blanca de trigo
Una cda. de mantequilla para el molde
Una pizca de harina para el molde

Tiempo de preparación: 20 minutos + 50 minutos de horneado aprox.
Dificultad: Media
Precio final: Medio
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Se precalienta el horno a 350o. Batimos las claras a punto de nieve con una batidora de varillas para que la masa quede más esponjosa, a continuación añadimos las yemas y el yogurt y batimos. Añadimos el aceite, azúcar y harina junto con el sobre de levadura y seguimos batiendo hasta conseguir una masa fina y sin grumos. Hasta aquí el bizcocho tradicional y a partir de ahora pasamos al nuestro. Estrujamos los plátanos con un tenedor para que se quede como una masa pero nunca con la batidora, ya que queremos que queden algunos trozos además del sabor. Mezclamos bien los plátanos con la masa y preparamos el molde untándolo con mantequilla y espolvoreándolo con harina para que no se pegue. No os olvidéis de quitar la harina sobrante del molde.
Cuando tenemos el molde preparado y el horno caliente, añadimos en la masa el chocolate y las nueces y mezclamos todo bien para que se repartan e inmediatamente vertemos en el molde y al horno. Este último paso tiene que ser rápido ya que si tenemos que esperar las nueces y el chocolate se irán al fondo.
Horneamos a 350o durante 50 minutos aproximadamente. Hay que recordar que mientras se está horneando un bizcocho no se puede abrir el horno a la mitad, porque no subirá bien. Por tanto cuando veamos que ya ha subido bien podemos abrir el horno y comprobar que está listo insertándole un palito de madera o un cuchillo. Si sale limpio estará listo.
Una vez que se enfríe se puede decorar como el de la foto o comer tal cual.





En mi opinión lo ideal de esta receta es que mezcla la tradición del bizcocho de yogurt que casi todo el mundo conoce, con ingredientes accesibles que le dan un toque magnífico. Os animo a que probéis a hacerlo y a acompañarlo con este helado de Ben & Jerry’s, os va a sorprender. Quizás lo haga en estos días en España para quitarme la espinita de poner la receta con un pastel en diferido…

Volveremos (la próxima semana en horario europeo) con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Por hoy os dejo entrada la madrugada psicocinando en diferido Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake.


viernes, 19 de abril de 2013

Fridays on sweet: ¡Suspiros!... (de España)


Buenas tardes psicocineros,

Hoy no podía traeros otra cosa que Suspiros, esos merengues secos que vemos en las pastelerías y que por lo visto tienen tanta ciencia para hacerlos… Yo he de deciros que no los había hecho nunca, aunque tampoco probado, y están buenos. Es como meterte en la boca aire, creo que de ahí su nombre. Cuando los muerdes son crujientes, pero después de dos segundos se experimenta la sensación de no haberse metido nada en la boca. Es bastante curioso. Para que os hagáis una idea, los que seáis del sur de España principalmente, o los hayáis probado, es como comerse un pico de esos que son gordos pero por dentro no tienen nada…



Bueno como os decía, hoy sólo podía traeros esta receta porque así es como llevo yo varios días aquí, suspirando, porque el próximo viernes a esta hora estaré montada en un avión rumbo a España. Ya era hora después de siete meses y medio. Suspiro por mi gente, por mi tierra, por mis ratos con amigos, por los besos, los abrazos, porque tengo ganas de pasearme por la calle Larga de Jerez y tomarme una copita de Canasta, porque tengo ganas de ver a B vestida de comunión, de tumbarme al sol en la hamaca y darme un bañito en la piscina, de alternar y que me digan “niña, pon otro café”, por un desayuno que dure hasta la hora de comer, porque no me voy de Madrid sin echar una canasta, o dos, o las que surjan con E y D… por todo eso suspiro, como sé que también están suspirando algunos en España porque llegue el ansiado día.


Buscando la letra del conocido pasodoble “Suspiros de España”he encontrado en Wikipedia que el autor lo llamó así al ver los suspiros (dulces) en el escaparate de una confitería llamada España, aunque luego se popularizó entre las personas en el exilio durante la posguerra. La situación es algo diferente, pero como ellos, yo echo mucho de menos mi tierra y para recordarla, hoy os traigo la receta de los suspiros porque como ya os dije, la cocina es mi forma de expresión y mientras cocino, psicocino.


En esta ocasión los he hecho de limón y como ya conté la semana pasada, con edulcorante en lugar de azúcar ya que sigo con la dieta. Así que sirven para la dieta Dukan o para cualquier otra en la que no se pueda comer azúcar o sólo proteínas. Ah, y también para diabéticos.


Suspiros de limón sin azúcar
Ingredientes
5 claras de huevo
5 cucharadas de Splenda u otro edulcorante (proporción 1-1 con las claras)
¼ cdita. extracto de limón
Una pizca de colorante alimenticio amarillo (el de la paella vale)
Tiempo de preparación: 10 minutos + 30 minutos de horneado
Dificultad: Media
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Se precalienta el horno a 300o, o incluso un poco menos. Batimos las claras a punto de nieve con una batidora de varillas. Añadimos las cucharadas de edulcorante una a una batiendo cada vez que añadimos otra. Cuando llegamos a una consistencia en la que dando la vuelta al bol el merengue no se cae* podemos dejar de batir porque estará listo. Añadimos el extracto de limón y el colorante y batimos un poco de nuevo.

Ponemos papel encerado en una bandeja de horno y colocamos papelitos para magdalenas (salen 15 aproximadamente). Con una manga pastelera llenamos los papelitos dándole la forma que deseemos. También se puede hacer sin papelitos, simplemente sobre el papel de horno. Yo recomiendo lo de los papelitos porque yo puse varios para probar directamente sobre el papel y se pegaron, por lo cual se quedó la mitad en el papel, así que la primera vez es mejor andar sobre seguro. Una vez que el horno está caliente colocamos la bandeja a altura media-baja en el horno y horneamos 30 minutos dejando la puerta ligeramente abierta con una cuchara de metal. Esto último lo leí en varias webs de recetas pero no sé realmente para qué es… psicocinadlo y me contáis. Yo no he probado cerrando el horno del todo así que no os puedo decir.

Sacamos del horno, dejamos enfriar y listos para comer.



La complicación de esta receta es que tienen que quedar entre crujientes y con aire dentro, ni líquidos ni demasiado vacíos y no muy tostados por arriba. Los míos yo creo que para ser la primera vez no están del todo mal, y siendo la primera vez que los pruebo están muy buenos, quizás le hubiese echado menos limón, no estoy segura. Os animo a que probéis a hacer la receta así y que psicocinéis posibles mejoras. Yo esta noche los llevaré a una fiesta y ya os contaré reacciones.





Dice el pasodoble:


En mi soledad
suspiro por ti
España, sin ti me muero
España, sol y lucero

En mi corazón
te llevo metía
y el eco de mi canción llevará
España en un suspiro.




Volveremos (la semana que viene en diferido) con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Suspiros (de limón y sin azúcar) de España.

viernes, 12 de abril de 2013

Fridays on sweet: Tarta de queso al estilo Dukan


Hola queridos psicocineros,

Este viernes os traigo una tarta un tanto especial. La tarta en sí es una tarta de queso riquísima con la receta que me pasó el otro día mi nueva amiga gallega-toronteña M, pero bastante adaptada. Esta semana empecé a leerme el libro del método Dukan que me prestó mi otra amiga gallega-toronteña G y me decidí a empezar su dieta. Esta dieta básicamente consiste en no comer nada de grasas ni hidratos de carbono durante un tiempo para ir incorporándolos de forma progresiva. Así que con ella me puse y por ahora sigo al pie de la letra los mandatos del Dr. Dukan. Como le he dicho esta tarde a la primasa F, esta dieta es dura pero más duro es no poder ponerme ropa ajustadita…






Como por el momento estoy concienciada y no me la quiero saltar noté que podían peligrar los Fridays on sweet. Ya sé que la semana pasada os dije que lo que más me gusta de la cocina es el momento de compartir, pero como su misma definición dice, compartir hace referencia al disfrute COMÚN de algo, por tanto si yo lo cocino, lo cuento y lo reparto está muy bien, pero no lo comparto, que es el objetivo de esta sección y lo que a mí realmente me gusta…Por este motivo empecé a pensar qué preparar para mis Fridays on sweet sin poder usar ingredientes tan básicos como la harina o el azúcar. Como se me ocurrían pocas cosas busqué en internet y encontré una gran cantidad de recetas de postres permitidos en esta dieta y omitiendo estos ingredientes, sin embargo yo tenía ganas de la tarta de queso de M que está riquísima, así que le pedí la receta. Aquí os pongo la receta original tal y como me la mandó ella.


Tarta de queso
Ingredientes
250 gr. queso Philadelphia
3 huevos
3 yogures naturales
3 cdas. harina
10 cdas. azúcar

Mezclar todos los ingredientes con una batidora. Untar un molde con mantequilla o margarina. Calentar el horno a 200⁰ y antes de meterlo al horno bajar a 180⁰. Hornear 20 o 30 minutos (está lista cuando le clavas un palillo de diente y sale limpio). Dejar enfriar y meter unas horas en la nevera para que se cuaje bien.

Al ver la receta que me mandó me di cuenta inmediatamente que la podía transformar al estilo Dukan sin cambiarla demasiado y así lo he hecho de manera que mi nueva receta ha quedado de la siguiente manera.


Tarta de queso al estilo Dukan
Ingredientes

250 gr. queso Philadelphia extra light
3 huevos
3 yogures naturales 0% grasa (1 y ¼ tazas)
7 cdas. edulcorante
Tiempo de preparación: 15 minutos + 50 minutos en el horno + 5-6 horas para que enfríe y cuaje (hacer mejor el día anterior)
Dificultad: Baja si tenemos batidora de varilla, sino necesitaremos resistencia en el brazo para montar el merengue
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta


Precalentar el horno a 200⁰. Montar las claras a punto de nieve, añadir el edulcorante y llevarlas a punto de merengue (le damos la vuelta al bol y no se cae). Esto lo hacemos para dar consistencia a la tarta, ya que la nuestra no llevará harina. Añadir las yemas una a una mientras seguimos batiendo con la batidora de varillas. A continuación añadimos el yogur y por último el queso Philadelphia. Batimos todo hasta conseguir una textura fina. Untamos una bandeja con una cucharadita de aceite de oliva y vertemos la mezcla. Bajamos el horno a 180⁰ y horneamos durante 45 minutos en una rejilla a nivel medio-bajo. Colocamos la bandeja más arriba y ponemos el grill durante 3 minutos para que se dore por arriba. Dejamos enfriar totalmente y metemos en la nevera durante unas horas para que se cuaje bien (aunque esta tarta no va a cuajar tanto como la original por la falta de harina, la textura se queda más ligera pero de sabor buenísima).


Como veis no es tanto lo que he cambiado, más bien la he modificado para hacerla más “ligerita”. Os recomiendo a todos, con o sin dietas, con o sin kilitos de más, con o sin remordimientos, que probéis a hacerla de esta manera, así os podréis comer una buena porción de tarta de queso sin remordimiento posterior y además más sana al llevar menos grasas y menos calorías. El veranito en España está a la vuelta de la esquina y es hora de enseñar carne. Yo por ahora aquí sigo con mi abrigo negro de plumas, pero ahora con botas de agua, ayer hasta nevó siendo 11 de abril! Pero yo no desespero, así tengo más tiempo. Si algo me ha enseñado Canadá es a tener paciencia. Aún así todo llega y para cuando llegue el calor quiero lucir trapitos sin arrepentimientos por lo comido, pero sin dejar de lado nuestros Fridays on sweet. A ver qué preparamos la próxima semana, ¿alguna sugerencia?

Volveremos con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Tarta de queso al estilo Dukan.





viernes, 5 de abril de 2013

Fridays on sweet: Tarta de flan con galletas


Buenas noches queridos psicocineros,

Hoy estrenamos una nueva sección en nuestro blog. Fridays on sweet se encargará de traeros algo dulce cada viernes para empezar el fin de semana con buen sabor de boca, para daros ideas para las tardes de sábado en casa y para que compartamos truquillos reposteros.




Quiero empezar contándoos que me encanta cocinar y el Baking, palabra inglesa para la repostería. Aquí en Canadá hay miles de packs ya preparados para pasteles y todos los ingredientes que nos podamos imaginar para hacerlos una misma. Pero ya os iré contando poco a poco.

A mí la cocina en general me relaja muchísimo. Una de las cosas que más me gusta hacer es entrar en la cocina yo sola, en silencio y con todo lo que necesito a mi disposición para ponerme manos a la obra. Todos sabemos que la cosa cambia cuando vamos a matacaballo en nuestro día a día, muchas veces hacemos cualquier cosilla para salir del paso, aunque los que me conocen saben que yo pocas veces hago eso. Soy totalmente autodidacta en el tema de la cocina, pregunto a la familia, busco, miro, invento, pruebo… pero no tengo ni idea de técnicas de corte, presentación, etc. La cocina es mi parte creativa a la vez de mi ratito de relajación/meditación. El hecho de cocinar en silencio me hace ensimismarme en mis ideas y así psicocino, de ahí la palabra. Mientras suena el agua hirviendo, la olla exprés a punto de hervir o el horno te avisa de que ha llegado a la temperatura idónea yo me relajo. No sé cómo explicarlo, pero es igual que el que se relaja oyendo el canto de los pájaros o crea pintando un cuadro. Él mezcla colores, yo sabores, él deleita a la vista, yo al gusto. Y como el pintor, yo cocino para mi disfrute pero lo realmente placentero es cuando los demás disfrutan con lo tuyo, al menos para mí. Me gusta cocinar para compartir. Asi que el momento de compartir con vosotros ha llegado, de otra manera, desde vuestras casas y por el momento sólo con la vista o haciéndolo vosotros mismos.

Como decía, cada viernes voy a intentar poner alguna receta de algún postre, tarta, cake o any sweet que se me ocurra hacer (se aceptan retos). Por cierto os aviso que las tartas decorativas con fondant son una asignatura pendiente y no tengo NI IDEA de cómo se hacen… una pena porque quedan preciosas, pero todo se andará.

Para empezar la sección he hecho una Tarta de flan con galletas. Hoy tenía ganas de hacer algo sencillo, que no me llevara mucho esfuerzo pero con un resultado conocido y que no me defraudara. En España esta tarta es una de esas tartas de toda la vida. La que siempre hacían las madres de algunas amigas en sus cumpleaños y más tarde en la universidad alguna de esas amigas llamaba a su madre para preguntarle la receta y así seguir soplando las velas sobre una de ellas. Bueno pues, a mí me encanta esa tarta porque no es nada empalagosa para mi gusto, sin embargo nunca la había hecho hasta hoy y de paso la he modificado un poco. Aquí os dejo la receta de mi versión canadiense, yo ya la he probado y ha salido muy buena. Mañana cuando la prueben los demás os contaré qué tal.



Tarta de flan con galletas

Ingredientes
1 sobre de flan de vainilla
1 sobre de pudding de chocolate
1 caja de galletas Honey Maid de GrahamWafers
2 cdas. de azúcar
1 litro de leche
Tiempo de preparación: 15 minutos + 2 horas en la nevera
Dificultad: Baja
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Preparar el flan de vainilla y el pudding de chocolate según las instrucciones de la marca, teniendo en cuenta que con medio litro de cada cosa nos bastará para nuestra tarta. El sobrante lo podemos comer así sin más. En una bandeja cuadrada mediana ponemos una primera capa de galletas cubriendo toda la base, en mi caso encajaban 9 galletas perfectamente. A continuación hacemos capas de flan y pudding alternando con capas de galleta de manera que quede galleta en la base-flan vainilla-galleta-pudding chocolate hasta llegar a la parte superior de la bandeja. Como veréis en la foto para nosotros con dos capas ha sido suficiente. Cubrimos la bandeja y dejamos enfriar en la nevera para que cuaje unas dos horas aproximadamente.


Esta receta es así de fácil y rápida, sin más complicación. Lo especial de esta versión es que este tipo de galletas se reblandecen un poco pero sin perder nunca su toque crujiente; esto junto con el pudding de chocolate en vez de flan le da a la tarta tradicional una textura excelente y bastante diferente a la tradicional. Os animo a que la probéis de esta forma en casa. Ya sé que quizás en España es complicado encontrar estas galletas pero seguro que hay algunas parecidas con las que innovar.

Volveremos con más Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Tarta de flan con galletas.

martes, 2 de abril de 2013

Espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.


Queridos lectores,
Antes de que empecéis a leer esta entrada me gustaría que empezásemos leyendo un poema de Mario Benedetti, escuchando una canción de Merche y viendo el anuncio de una campaña de la ONCE. Una vez lo hayáis hecho ya podéis seguir leyendo. Sé que no es la primera vez que os he pedido esto pero en este caso han inspirado en gran medida lo que os contaré a continuación y lo iréis comprendiendo.
Aunque me cueste decirlo en voz alta hay veces que me cuesta ser optimista. Hay días tristes y días grises que aún llevando mil colores a mi alrededor siguen grises y me cuesta seguir. Pero la vida es así, te plantea cuestiones, decisiones, retos a diario. La vida es un reto permanente y eso también la hace emocionante.
Ayer el día fue horrible, salí, lo pasé bien, pero aún así me sentía como el propio día. Después de tres jornadas de un sol espléndido en Toronto volvió a arreciar el frío. Un frío que quema mientras el sol se esconde y deja lugar al viento, pero a pesar de estos días NO ME RINDO, no cedo, aunque el miedo queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento. Estas palabras de Mario Benedetti me ayudan a expresar lo que siento en este momento y también como continúan, me dan motivo para seguir, me recuerdan que estoy lejos por un sueño, seguir adelante, conseguir algo mejor.
 
Hoy gracias a Jesús he conocido la canción Vendré por ti de Merche y por supuesto que tengo algo más que decir a tus palabras, quería esperar a este momento. La letra de esta canción es para psicocinarla pero de verdad, sobre todo los que como yo estamos lejos de nuestra casa, de nuestra gente y al final… echo de menos. Ese es el precio a pagar por nuestro sueño y es con total seguridad lo peor (Merche en su canción dice “quizás”). En la última entrada decía que yo no me sentiría plena con una vida común, pero tengo que reconocer que hay días duros, que todo un océano de distancia es mucho para según qué cosas y el miedo muerde, y duele. Y querría una vida más tranquila, más normal, pero no. Es momento de sacudirse las excusas y sobreponerse. No es momento para quejarse, este es el momento de actuar.
 
Quizás muchos os preguntareis por qué estoy escribiendo un post tan gris y por fin, después de 21 largos días puedo decirlo en voz alta, TE ECHO DE MENOS JESÚS, siento un vacío ante la costumbre de tenerte a mi lado, me siento sola sin ti y hay momentos difíciles. Yo estoy en un momento difícil, la espera se hace larga, la ansiedad invade a la paciencia y no te tengo más aquí. La vida nos ha presentado dos trenes, uno a cada uno, buenos los dos, pero uno diferente a cada uno. Esta vez has tenido que correr, que si no se te iba el tren. Ya lo sabemos; antes hubo otros, después llegarán más, pero no éste. Y éste es el que tú quieres, el que te hace feliz a ti. Porque la vida es tuya y tuyos también los deseos. No es nuestro momento para subirnos al mismo, ese ya llegará y lo disfrutaremos, pero no ahora. Tú espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.
 
 


Ahora mi tren está aquí, me he bajado un rato, y a pesar de los días grises la primavera ya está aquí tiñendo todo con sus colores y yo quiero disfrutar de mi estación. Esta estación la elegí yo y tú me acompañaste, porque no estoy sola, porque tú me quieres, sin embargo sabemos que es momento de vivir en andenes distintos. Yo quiero tiempo para mí, quiero amar, quiero vivir, quiero conocerme a mí misma aquí y ahora. Es mi momento y me gusta a la persona que estoy descubriendo y a la cual sólo veía de vez en cuando. ¿Es así verdad mamá? Aprovecho para recomendar la película Mil palabras, no para que la veáis con los ojos, sino para que la psicocinéis con el corazón y las cabecitas. Por el momento mi gente vive siempre aquí, en mis sentimientos.
 
Yo siempre ando quejándome de falta de vocación, no me llenan los RRHH, no quiero investigar toda la vida, me encanta la cocina pero ¿¿trabajar en un restaurante?? ¡¡Vaya horarios!!, me gustan muchas cosas pero no me centro y ahora quiero encontrar mi sueño, la vida me ha dado todo lo que necesito para buscarlo, estoy lejos de casa pero con apoyo detrás, sola pero sabiendo que si no me veo feliz, te lo digo y vendrás por mí. Voy a tomarme esta estación como una oportunidad de encontrar mi sueño, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento. Porque yo lo he decidido, porque yo lo quiero. Porque no quiero que el tiempo que pasemos así sea sólo tiempo, porque quiero hacer del tiempo vida para vivirla ahora y no pausarla a la espera de ella.
 
Por el momento he empezado por algo parecido a un ejercicio que explica Louise Hay en su libro Usted puede sanar su vida del que hable en un post anterior. Sin embargo este ejercicio lo he simplificado haciendo de él algo muy complicado en lo que tengo que trabajar mucho más: PONTE DELANTE DEL ESPEJO Y MÍRATE. Qué difícil ¿no es cierto? Al igual que os dije con la película no os miréis sólo con los ojos, llegar un poco más adentro y en todo lo posible gustaos. No es fácil si seguimos mirando. Sobre todo algo muy importante es que lleguéis a vosotros mismos sin juzgar, que para eso ya están los demás…

Muchas veces pienso en mí misma y en lo poco rebelde que he sido/soy, y eso que lo he intentado… he llevado vaqueros rotos y hasta un piercing en la lengua… bueno y hasta un tatuaje (a los rotos les cosía una tela debajo, el piercing me lo hice en la lengua para poder quitármelo sin marca y el tatuaje era con tinta que se quitaba a los cinco años = rebelde de mentira). Pero ser rebelde no es eso. Ser rebelde es levantarte cada mañana y empeñarte en perseguir tus sueños. Cueste lo que cueste. Y hasta ahora yo no he sido capaz de eso, así que voy a ello, sin garantías, sin saber qué tormenta me arreciará ni cuántas más vendrán. Yo por si acaso me he comprado un impermeable amarillo para hacerlas más llevaderas. Tú espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.
 
 
 
 
Os seguiré contando, pero hasta el momento os dejo con este vídeo y psicocinando ideas.
 
 

martes, 26 de febrero de 2013

De cumpleaños, aniversarios y sanvalentines

Queridos lectores,

Este mes de febrero ya está llegando a su fin y no puedo desperdiciar la ocasión para contaros lo que este mes tan corto significa para mí. Febrero son sólo 28 días, 29 cada cuatro años; sin embargo para mí es el mes más grande de todos en el calendario. Muchos coincidirán conmigo en que este mes parece más largo de lo que realmente es debido al mal tiempo y a lo duro que se hace el invierno. Ese no es el caso para mí, para mí es GRANDE porque en él confluyen eventos muy significativos en mi vida actual.
 
Cuando el mes está recién empezando llega mi día preferido del año, mi Cumpleaños. Me encanta ver las felicitaciones de mis seres queridos a través del medio que cada uno tenga a su disposición. Este año ha sido especial, para empezar al encontrarme tan lejos las felicitaciones han venido principalmente a través de internet y las redes sociales, en cuanto a esto sé de algunas personas que dicen que es trampa porque Facebook y demás te “chiva” los cumpleaños de los amigos, pero anyway, es una manera de acordarse y a mí me hace muchísima ilusión. Gracias y muchos besos a todos los que os acordasteis durante las 30 horas que duró este año mi cumple (las felicitaciones empezaron a la medianoche de España con mi primasa F y terminaron por la noche en Canadá con algunos amigos de aquí que lo hicieron personalmente, M, J, M y J). También ha sido especial porque este año he cumplido veintitodos los años, como dice Jesús; así que este año voy a tener que exprimirlo al máximo antes de llegar a la treintena…
 
Cuando era más pequeña siempre pensaba en mi futuro y cómo sería mi vida, con amigas hablábamos de planes de vida, trabajo, familia, pareja y demás. Siendo sincera, siempre, incluso hasta hace muy poco, dije que los veintitodos eran una buena edad para tener mi primer hijo. Para mí, esta afirmación conllevaba mucha información detrás. Todo el que me conozca bien sabrá que siempre he llevado (o al menos lo he pretendido) una vida dirigida, haciendo cada cosa a su debido tiempo. La Universidad en sus años, Máster, prácticas, trabajo, novio, vida en común, etc. Quizás con ese camino el hijo hubiera llegado, o hubiera estado en mente a lo mejor, nunca se sabe. Lo que sí sé es que ya no estoy en ese camino anymore, al menos for now. Cuando veo que algunas amigas de mi edad, se van casando, embarazando, comprando casas, etc. no puedo evitar pensar qué me ha salido mal, en qué punto me he equivocado, ¿me estaré equivocando ahora con esta decisión de vivir a 7.000 km de distancia y tener que empezar a construir la vida desde cero?
 
A la vez que mi parte racional (muy grande) me hace pensar esto, mi parte “yo”, como de verdad me siento y como de verdad soy, piensa una cosa muy distinta. Aunque seguramente hubiese vivido bien y tranquila con ese tipo de vida, no es lo mío. LO SIENTO a todo el que hubiese pensado que yo iba a llevar una vida convencional porque yo no me siento así. En lo más profundo de mí sé que no hubiese conseguido tener una vida plena teniendo una vida convencional. Yo no quiero contarles a mis nietos que conocí a su abuelo en tal sitio, empezamos a salir, nos fuimos a vivir juntos, nos casamos y tuvimos a tu papá. Corrijo, sí quiero contarles eso, pero también quiero poder contarles que viví experiencias duras, que viví en otro continente más de una vez, que trabajé de muchas cosas hasta encontrar mi camino, que me descubrí a mí misma ese camino y que aprendí, aprendí y aprendí cosas que no se aprenden en colegios ni universidades. Que aprendí el significado de palabras en inglés, y en el idioma de los sentimientos. Comprendí lo que significa la familia, la amistad, y pronto aprenderé (o tendré que hacerlo) lo que significa el amor y la confianza. Así que ¿sabéis cuál fue mi deseo al soplar las velas de mi tarta de cumpleaños de este año? Es un secreto sólo para vosotros porque los deseos no se pueden desvelar, aunque haré una excepción en esta ocasión: GRACIASMÁSPORFAVOR. Que no se nos olvide nunca que no hay vidas mejores o peores, cada uno vive su vida a su manera. Y al que no lo hace porque la sociedad le ha podido o no se atreve LO SIENTO, pero todos podemos. Os invito a psicocinar un poco vuestra vida, ¿tenéis lo que deseáis?, ¿algunas veces os viene a la cabeza “debería haber hecho o dejado de hacer x”? Contadme un poco, pero si la respuesta a la segunda pregunta es un SÍ todavía estáis a tiempo, nunca es tarde.
 
Siempre que alguna amiga me llama para decirme que se casa yo me alegro muchísimo y siento por dentro una sensación que no os podría describir. Yo quiero casarme joven, otra cosa que siempre he dicho, las novias mayores no están bonitas. Sin embargo nunca es tarde. Cuando pienso en lo guapísima que estaba mi madre cuando se casó con A y lo que lloramos todos no puedo seguir diciendo esta grandísima tontería. Por cierto aprovecho para decir a mi prima B y a mi amiga A que en noviembre no me pierdo vuestras bodas por nada del mundo, así que hacedme un hueco.
 
Siguiendo con febrero, cuando casi todavía no ha pasado la resaca de mi cumpleaños llega nuestro aniversario. Para mí este día no significa más que el recuerdo de ese día que conocí a esa persona que aún después de tres años juntos me saca de quicio, le encuentro nuevas pegas, me hace dudar de lo que quiero, me pone nerviosa cuando no se peina o no me escucha, pero que a la vez me cuida, me quiere, me escucha (aunque diga tonterías), me sigue a todas partes, huele de maravilla y me complementa. Jesús tres años, tres ciudades (y las que nos quedan), no matter how far, pero juntos. Juntos hemos aprendido a estar juntos, poco a poco; somos diferentes, muy diferentes, pero eso nos ha ayudado a poner los cimientos de nuestra relación, que ahora son sólidos. Jesús tú que crees, ¿aguantarán vientos y mareas?
 
Como todos sabéis, aunque no sé si celebraréis, el 14 de febrero llega San Valentín. Aquí se vuelven más locos que en España, en las tiendas venden objetos para que la gente decore sus casas, se regalan flores, se hacen fiestas… En lo que a mí respecta esta fecha me da un poquito igual, no hay que celebrar el amor en un día concreto, y si sí hay que hacerlo prefiero irme a cenar con Jesús unos días antes, que por lo menos tiene significado para nosotros. Sin embargo, cuando salgo a la calle ese día o los días previos, no puedo evitar que me invada el espíritu del santo enamorado, como me pasa en Navidad, así que siempre termino haciendo algo especial, normalmente algún postre, este año han sido magdalenas rellenas de moras y arándanos para disfrutar de algo dulce.
 
Tras cumpleaños, aniversarios y sanvalentines todo vuelve a la normalidad, pero siempre cambia algo. Estos días en este año me han hecho rescatar un pequeño trozo de papel que lleva guardado en mi cartera bastante tiempo y que me dio mi tía Mercedes. En una cara del papel está el retrato de un maestro de Reiki del que no recuerdo el nombre, por el otro lado unas enseñanzas o premisas. Muy fáciles de cumplir sobre papel, pero muy difíciles de seguir a diario. Aquí os las dejo para que las psicocinéis y las vayáis poniendo en práctica.


 
Aunque no aparezca en el papel, yo le voy a hacer una aportación. “SÓLO POR HOY DISFRUTA DE TU VIDA” ¿Se os ocurre algo más?

Hasta la próxima, os dejo psicocinando estas ideas (que no es poco).