viernes, 26 de abril de 2013

Fridays on sweet: Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake


Buenas noches psicocineros,

Aquí estamos de nuevo un viernes más, pero no un viernes cualquiera porque en unas horas parto con destino España así que me tendréis que perdonar porque esta receta, aunque la he hecho varias veces, hoy no ha sido una de ellas, así que he tomado prestada la foto de mi primasa F que lo hizo ayer y tiene una pinta exquisita. La semana pasada os conté como suspiraba por ir a España, por mi gente, por mi tierra… bueno, hoy he de deciros que los suspiros se han convertido en una semana completa de insomnio, de maleta, de nervios, de preparativos, de… un no parar… pero lo peor es que esta tarde tomándome un café mientras que caminaba por la calle he pensado que eso voy a echarlo de menos… ¿será un síntoma de que me estoy volviendo toronteña? Whatever, tengo ganas de ir a España pero deciros a todos antes de que me veáis por allí, que estoy muy bien aquí, soy feliz y estoy a gusto. Aprendiendo, disfrutando, valorando, conociendo, riendo… solo os echo de menos a vosotros de carne y hueso porque como comenté en el primer post que escribí en Canadá, nos vemos más ahora que cuando vivía en Madrid… de lo demás, echo de menos el clima pero realmente no mucho más… aquí hay prácticamente de todo. Terracitas hay, productos españoles hay, buena gente para salir hay, teatros hay, cines hay, ZARA hay, hasta Tío Pepe, vinagre de Jerez, chorizo, morcilla… Lo que si echo de menos son las gambas por dios!! Y las acedías y tres o cuatro cosas más… pero vamos, que como dijo el otro día mi primo B, vivo en la civilización en una ciudad desarrollada, no como él el pobre.

Pero ya está, seguimos con lo que íbamos, como también os adelanté la semana pasada, hoy os traigo un pastel en diferido. La receta en este caso es mía (también la hará más gente, pero no la busqué en ninguna parte, simplemente la psicociné antes de cocinarla), pero la repostera ha sido en este caso la primasa F que no sabe todavía que su pastel va a aparecer en el blog. Hoy os voy a contar la receta del Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake. El origen de esta receta está en el helado de Ben & Jerry’s, que desde que lo probé se convirtió en mi favorito junto con mi clásico de dulce de leche. El ChunkyMonkey es un helado de plátano con nueces y trocitos de chocolate, esa mezcla es deliciosa en el helado cuando está cremoso; así que un buen día probé a usar los mismos ingredientes con una base de bizcocho tradicional. Deciros que hay un pastel muy típico americano llamado Banana Bread que no es para nada lo mismo, sólo se parecen en el uso del plátano, nada más. Por hacer una comparación sería como decir que las cupcakes y las magdalenas son lo mismo y ¡para nada! Este último se suele encontrar en Starbucks y sitios similares o la receta en internet si lo queréis probar porque también es muy bueno.


Como os decía, la primera vez que hice este bizcocho fue un día en Madrid, cuando la primasa F me pidió que le hiciese un bizcocho y decidí psicocinar alguna idea nueva, por no hacer siempre el mismo. Aproveché que tenía unos plátanos maduros en casa y que poco días antes había comido este helado para que la idea me viniese a la cabeza y manos a la obra:

Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky monkey cake
Ingredientes
3 plátanos maduros
1 taza (cup) de nueces
1 taza (cup) de pepitas de chocolate para repostería
3 huevos
1 sobre de levadura en polvo tipo Royal
1 yogurt natural o de plátano
-          Con la medida del vasito de yogurt:
1 de aceite de girasol
2 de azúcar
3 de harina blanca de trigo
Una cda. de mantequilla para el molde
Una pizca de harina para el molde

Tiempo de preparación: 20 minutos + 50 minutos de horneado aprox.
Dificultad: Media
Precio final: Medio
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Se precalienta el horno a 350o. Batimos las claras a punto de nieve con una batidora de varillas para que la masa quede más esponjosa, a continuación añadimos las yemas y el yogurt y batimos. Añadimos el aceite, azúcar y harina junto con el sobre de levadura y seguimos batiendo hasta conseguir una masa fina y sin grumos. Hasta aquí el bizcocho tradicional y a partir de ahora pasamos al nuestro. Estrujamos los plátanos con un tenedor para que se quede como una masa pero nunca con la batidora, ya que queremos que queden algunos trozos además del sabor. Mezclamos bien los plátanos con la masa y preparamos el molde untándolo con mantequilla y espolvoreándolo con harina para que no se pegue. No os olvidéis de quitar la harina sobrante del molde.
Cuando tenemos el molde preparado y el horno caliente, añadimos en la masa el chocolate y las nueces y mezclamos todo bien para que se repartan e inmediatamente vertemos en el molde y al horno. Este último paso tiene que ser rápido ya que si tenemos que esperar las nueces y el chocolate se irán al fondo.
Horneamos a 350o durante 50 minutos aproximadamente. Hay que recordar que mientras se está horneando un bizcocho no se puede abrir el horno a la mitad, porque no subirá bien. Por tanto cuando veamos que ya ha subido bien podemos abrir el horno y comprobar que está listo insertándole un palito de madera o un cuchillo. Si sale limpio estará listo.
Una vez que se enfríe se puede decorar como el de la foto o comer tal cual.





En mi opinión lo ideal de esta receta es que mezcla la tradición del bizcocho de yogurt que casi todo el mundo conoce, con ingredientes accesibles que le dan un toque magnífico. Os animo a que probéis a hacerlo y a acompañarlo con este helado de Ben & Jerry’s, os va a sorprender. Quizás lo haga en estos días en España para quitarme la espinita de poner la receta con un pastel en diferido…

Volveremos (la próxima semana en horario europeo) con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Por hoy os dejo entrada la madrugada psicocinando en diferido Bizcocho de plátano con chocolate y nueces o Chunky Monkey cake.


viernes, 19 de abril de 2013

Fridays on sweet: ¡Suspiros!... (de España)


Buenas tardes psicocineros,

Hoy no podía traeros otra cosa que Suspiros, esos merengues secos que vemos en las pastelerías y que por lo visto tienen tanta ciencia para hacerlos… Yo he de deciros que no los había hecho nunca, aunque tampoco probado, y están buenos. Es como meterte en la boca aire, creo que de ahí su nombre. Cuando los muerdes son crujientes, pero después de dos segundos se experimenta la sensación de no haberse metido nada en la boca. Es bastante curioso. Para que os hagáis una idea, los que seáis del sur de España principalmente, o los hayáis probado, es como comerse un pico de esos que son gordos pero por dentro no tienen nada…



Bueno como os decía, hoy sólo podía traeros esta receta porque así es como llevo yo varios días aquí, suspirando, porque el próximo viernes a esta hora estaré montada en un avión rumbo a España. Ya era hora después de siete meses y medio. Suspiro por mi gente, por mi tierra, por mis ratos con amigos, por los besos, los abrazos, porque tengo ganas de pasearme por la calle Larga de Jerez y tomarme una copita de Canasta, porque tengo ganas de ver a B vestida de comunión, de tumbarme al sol en la hamaca y darme un bañito en la piscina, de alternar y que me digan “niña, pon otro café”, por un desayuno que dure hasta la hora de comer, porque no me voy de Madrid sin echar una canasta, o dos, o las que surjan con E y D… por todo eso suspiro, como sé que también están suspirando algunos en España porque llegue el ansiado día.


Buscando la letra del conocido pasodoble “Suspiros de España”he encontrado en Wikipedia que el autor lo llamó así al ver los suspiros (dulces) en el escaparate de una confitería llamada España, aunque luego se popularizó entre las personas en el exilio durante la posguerra. La situación es algo diferente, pero como ellos, yo echo mucho de menos mi tierra y para recordarla, hoy os traigo la receta de los suspiros porque como ya os dije, la cocina es mi forma de expresión y mientras cocino, psicocino.


En esta ocasión los he hecho de limón y como ya conté la semana pasada, con edulcorante en lugar de azúcar ya que sigo con la dieta. Así que sirven para la dieta Dukan o para cualquier otra en la que no se pueda comer azúcar o sólo proteínas. Ah, y también para diabéticos.


Suspiros de limón sin azúcar
Ingredientes
5 claras de huevo
5 cucharadas de Splenda u otro edulcorante (proporción 1-1 con las claras)
¼ cdita. extracto de limón
Una pizca de colorante alimenticio amarillo (el de la paella vale)
Tiempo de preparación: 10 minutos + 30 minutos de horneado
Dificultad: Media
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Se precalienta el horno a 300o, o incluso un poco menos. Batimos las claras a punto de nieve con una batidora de varillas. Añadimos las cucharadas de edulcorante una a una batiendo cada vez que añadimos otra. Cuando llegamos a una consistencia en la que dando la vuelta al bol el merengue no se cae* podemos dejar de batir porque estará listo. Añadimos el extracto de limón y el colorante y batimos un poco de nuevo.

Ponemos papel encerado en una bandeja de horno y colocamos papelitos para magdalenas (salen 15 aproximadamente). Con una manga pastelera llenamos los papelitos dándole la forma que deseemos. También se puede hacer sin papelitos, simplemente sobre el papel de horno. Yo recomiendo lo de los papelitos porque yo puse varios para probar directamente sobre el papel y se pegaron, por lo cual se quedó la mitad en el papel, así que la primera vez es mejor andar sobre seguro. Una vez que el horno está caliente colocamos la bandeja a altura media-baja en el horno y horneamos 30 minutos dejando la puerta ligeramente abierta con una cuchara de metal. Esto último lo leí en varias webs de recetas pero no sé realmente para qué es… psicocinadlo y me contáis. Yo no he probado cerrando el horno del todo así que no os puedo decir.

Sacamos del horno, dejamos enfriar y listos para comer.



La complicación de esta receta es que tienen que quedar entre crujientes y con aire dentro, ni líquidos ni demasiado vacíos y no muy tostados por arriba. Los míos yo creo que para ser la primera vez no están del todo mal, y siendo la primera vez que los pruebo están muy buenos, quizás le hubiese echado menos limón, no estoy segura. Os animo a que probéis a hacer la receta así y que psicocinéis posibles mejoras. Yo esta noche los llevaré a una fiesta y ya os contaré reacciones.





Dice el pasodoble:


En mi soledad
suspiro por ti
España, sin ti me muero
España, sol y lucero

En mi corazón
te llevo metía
y el eco de mi canción llevará
España en un suspiro.




Volveremos (la semana que viene en diferido) con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Suspiros (de limón y sin azúcar) de España.

viernes, 12 de abril de 2013

Fridays on sweet: Tarta de queso al estilo Dukan


Hola queridos psicocineros,

Este viernes os traigo una tarta un tanto especial. La tarta en sí es una tarta de queso riquísima con la receta que me pasó el otro día mi nueva amiga gallega-toronteña M, pero bastante adaptada. Esta semana empecé a leerme el libro del método Dukan que me prestó mi otra amiga gallega-toronteña G y me decidí a empezar su dieta. Esta dieta básicamente consiste en no comer nada de grasas ni hidratos de carbono durante un tiempo para ir incorporándolos de forma progresiva. Así que con ella me puse y por ahora sigo al pie de la letra los mandatos del Dr. Dukan. Como le he dicho esta tarde a la primasa F, esta dieta es dura pero más duro es no poder ponerme ropa ajustadita…






Como por el momento estoy concienciada y no me la quiero saltar noté que podían peligrar los Fridays on sweet. Ya sé que la semana pasada os dije que lo que más me gusta de la cocina es el momento de compartir, pero como su misma definición dice, compartir hace referencia al disfrute COMÚN de algo, por tanto si yo lo cocino, lo cuento y lo reparto está muy bien, pero no lo comparto, que es el objetivo de esta sección y lo que a mí realmente me gusta…Por este motivo empecé a pensar qué preparar para mis Fridays on sweet sin poder usar ingredientes tan básicos como la harina o el azúcar. Como se me ocurrían pocas cosas busqué en internet y encontré una gran cantidad de recetas de postres permitidos en esta dieta y omitiendo estos ingredientes, sin embargo yo tenía ganas de la tarta de queso de M que está riquísima, así que le pedí la receta. Aquí os pongo la receta original tal y como me la mandó ella.


Tarta de queso
Ingredientes
250 gr. queso Philadelphia
3 huevos
3 yogures naturales
3 cdas. harina
10 cdas. azúcar

Mezclar todos los ingredientes con una batidora. Untar un molde con mantequilla o margarina. Calentar el horno a 200⁰ y antes de meterlo al horno bajar a 180⁰. Hornear 20 o 30 minutos (está lista cuando le clavas un palillo de diente y sale limpio). Dejar enfriar y meter unas horas en la nevera para que se cuaje bien.

Al ver la receta que me mandó me di cuenta inmediatamente que la podía transformar al estilo Dukan sin cambiarla demasiado y así lo he hecho de manera que mi nueva receta ha quedado de la siguiente manera.


Tarta de queso al estilo Dukan
Ingredientes

250 gr. queso Philadelphia extra light
3 huevos
3 yogures naturales 0% grasa (1 y ¼ tazas)
7 cdas. edulcorante
Tiempo de preparación: 15 minutos + 50 minutos en el horno + 5-6 horas para que enfríe y cuaje (hacer mejor el día anterior)
Dificultad: Baja si tenemos batidora de varilla, sino necesitaremos resistencia en el brazo para montar el merengue
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta


Precalentar el horno a 200⁰. Montar las claras a punto de nieve, añadir el edulcorante y llevarlas a punto de merengue (le damos la vuelta al bol y no se cae). Esto lo hacemos para dar consistencia a la tarta, ya que la nuestra no llevará harina. Añadir las yemas una a una mientras seguimos batiendo con la batidora de varillas. A continuación añadimos el yogur y por último el queso Philadelphia. Batimos todo hasta conseguir una textura fina. Untamos una bandeja con una cucharadita de aceite de oliva y vertemos la mezcla. Bajamos el horno a 180⁰ y horneamos durante 45 minutos en una rejilla a nivel medio-bajo. Colocamos la bandeja más arriba y ponemos el grill durante 3 minutos para que se dore por arriba. Dejamos enfriar totalmente y metemos en la nevera durante unas horas para que se cuaje bien (aunque esta tarta no va a cuajar tanto como la original por la falta de harina, la textura se queda más ligera pero de sabor buenísima).


Como veis no es tanto lo que he cambiado, más bien la he modificado para hacerla más “ligerita”. Os recomiendo a todos, con o sin dietas, con o sin kilitos de más, con o sin remordimientos, que probéis a hacerla de esta manera, así os podréis comer una buena porción de tarta de queso sin remordimiento posterior y además más sana al llevar menos grasas y menos calorías. El veranito en España está a la vuelta de la esquina y es hora de enseñar carne. Yo por ahora aquí sigo con mi abrigo negro de plumas, pero ahora con botas de agua, ayer hasta nevó siendo 11 de abril! Pero yo no desespero, así tengo más tiempo. Si algo me ha enseñado Canadá es a tener paciencia. Aún así todo llega y para cuando llegue el calor quiero lucir trapitos sin arrepentimientos por lo comido, pero sin dejar de lado nuestros Fridays on sweet. A ver qué preparamos la próxima semana, ¿alguna sugerencia?

Volveremos con Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Tarta de queso al estilo Dukan.





viernes, 5 de abril de 2013

Fridays on sweet: Tarta de flan con galletas


Buenas noches queridos psicocineros,

Hoy estrenamos una nueva sección en nuestro blog. Fridays on sweet se encargará de traeros algo dulce cada viernes para empezar el fin de semana con buen sabor de boca, para daros ideas para las tardes de sábado en casa y para que compartamos truquillos reposteros.




Quiero empezar contándoos que me encanta cocinar y el Baking, palabra inglesa para la repostería. Aquí en Canadá hay miles de packs ya preparados para pasteles y todos los ingredientes que nos podamos imaginar para hacerlos una misma. Pero ya os iré contando poco a poco.

A mí la cocina en general me relaja muchísimo. Una de las cosas que más me gusta hacer es entrar en la cocina yo sola, en silencio y con todo lo que necesito a mi disposición para ponerme manos a la obra. Todos sabemos que la cosa cambia cuando vamos a matacaballo en nuestro día a día, muchas veces hacemos cualquier cosilla para salir del paso, aunque los que me conocen saben que yo pocas veces hago eso. Soy totalmente autodidacta en el tema de la cocina, pregunto a la familia, busco, miro, invento, pruebo… pero no tengo ni idea de técnicas de corte, presentación, etc. La cocina es mi parte creativa a la vez de mi ratito de relajación/meditación. El hecho de cocinar en silencio me hace ensimismarme en mis ideas y así psicocino, de ahí la palabra. Mientras suena el agua hirviendo, la olla exprés a punto de hervir o el horno te avisa de que ha llegado a la temperatura idónea yo me relajo. No sé cómo explicarlo, pero es igual que el que se relaja oyendo el canto de los pájaros o crea pintando un cuadro. Él mezcla colores, yo sabores, él deleita a la vista, yo al gusto. Y como el pintor, yo cocino para mi disfrute pero lo realmente placentero es cuando los demás disfrutan con lo tuyo, al menos para mí. Me gusta cocinar para compartir. Asi que el momento de compartir con vosotros ha llegado, de otra manera, desde vuestras casas y por el momento sólo con la vista o haciéndolo vosotros mismos.

Como decía, cada viernes voy a intentar poner alguna receta de algún postre, tarta, cake o any sweet que se me ocurra hacer (se aceptan retos). Por cierto os aviso que las tartas decorativas con fondant son una asignatura pendiente y no tengo NI IDEA de cómo se hacen… una pena porque quedan preciosas, pero todo se andará.

Para empezar la sección he hecho una Tarta de flan con galletas. Hoy tenía ganas de hacer algo sencillo, que no me llevara mucho esfuerzo pero con un resultado conocido y que no me defraudara. En España esta tarta es una de esas tartas de toda la vida. La que siempre hacían las madres de algunas amigas en sus cumpleaños y más tarde en la universidad alguna de esas amigas llamaba a su madre para preguntarle la receta y así seguir soplando las velas sobre una de ellas. Bueno pues, a mí me encanta esa tarta porque no es nada empalagosa para mi gusto, sin embargo nunca la había hecho hasta hoy y de paso la he modificado un poco. Aquí os dejo la receta de mi versión canadiense, yo ya la he probado y ha salido muy buena. Mañana cuando la prueben los demás os contaré qué tal.



Tarta de flan con galletas

Ingredientes
1 sobre de flan de vainilla
1 sobre de pudding de chocolate
1 caja de galletas Honey Maid de GrahamWafers
2 cdas. de azúcar
1 litro de leche
Tiempo de preparación: 15 minutos + 2 horas en la nevera
Dificultad: Baja
Precio final: Bajo
Accesibilidad de los ingredientes: Alta

Preparar el flan de vainilla y el pudding de chocolate según las instrucciones de la marca, teniendo en cuenta que con medio litro de cada cosa nos bastará para nuestra tarta. El sobrante lo podemos comer así sin más. En una bandeja cuadrada mediana ponemos una primera capa de galletas cubriendo toda la base, en mi caso encajaban 9 galletas perfectamente. A continuación hacemos capas de flan y pudding alternando con capas de galleta de manera que quede galleta en la base-flan vainilla-galleta-pudding chocolate hasta llegar a la parte superior de la bandeja. Como veréis en la foto para nosotros con dos capas ha sido suficiente. Cubrimos la bandeja y dejamos enfriar en la nevera para que cuaje unas dos horas aproximadamente.


Esta receta es así de fácil y rápida, sin más complicación. Lo especial de esta versión es que este tipo de galletas se reblandecen un poco pero sin perder nunca su toque crujiente; esto junto con el pudding de chocolate en vez de flan le da a la tarta tradicional una textura excelente y bastante diferente a la tradicional. Os animo a que la probéis de esta forma en casa. Ya sé que quizás en España es complicado encontrar estas galletas pero seguro que hay algunas parecidas con las que innovar.

Volveremos con más Fridays on sweet by Psicocina de ideas.

Hoy os dejo psicocinando Tarta de flan con galletas.

martes, 2 de abril de 2013

Espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.


Queridos lectores,
Antes de que empecéis a leer esta entrada me gustaría que empezásemos leyendo un poema de Mario Benedetti, escuchando una canción de Merche y viendo el anuncio de una campaña de la ONCE. Una vez lo hayáis hecho ya podéis seguir leyendo. Sé que no es la primera vez que os he pedido esto pero en este caso han inspirado en gran medida lo que os contaré a continuación y lo iréis comprendiendo.
Aunque me cueste decirlo en voz alta hay veces que me cuesta ser optimista. Hay días tristes y días grises que aún llevando mil colores a mi alrededor siguen grises y me cuesta seguir. Pero la vida es así, te plantea cuestiones, decisiones, retos a diario. La vida es un reto permanente y eso también la hace emocionante.
Ayer el día fue horrible, salí, lo pasé bien, pero aún así me sentía como el propio día. Después de tres jornadas de un sol espléndido en Toronto volvió a arreciar el frío. Un frío que quema mientras el sol se esconde y deja lugar al viento, pero a pesar de estos días NO ME RINDO, no cedo, aunque el miedo queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se esconda, y se calle el viento. Estas palabras de Mario Benedetti me ayudan a expresar lo que siento en este momento y también como continúan, me dan motivo para seguir, me recuerdan que estoy lejos por un sueño, seguir adelante, conseguir algo mejor.
 
Hoy gracias a Jesús he conocido la canción Vendré por ti de Merche y por supuesto que tengo algo más que decir a tus palabras, quería esperar a este momento. La letra de esta canción es para psicocinarla pero de verdad, sobre todo los que como yo estamos lejos de nuestra casa, de nuestra gente y al final… echo de menos. Ese es el precio a pagar por nuestro sueño y es con total seguridad lo peor (Merche en su canción dice “quizás”). En la última entrada decía que yo no me sentiría plena con una vida común, pero tengo que reconocer que hay días duros, que todo un océano de distancia es mucho para según qué cosas y el miedo muerde, y duele. Y querría una vida más tranquila, más normal, pero no. Es momento de sacudirse las excusas y sobreponerse. No es momento para quejarse, este es el momento de actuar.
 
Quizás muchos os preguntareis por qué estoy escribiendo un post tan gris y por fin, después de 21 largos días puedo decirlo en voz alta, TE ECHO DE MENOS JESÚS, siento un vacío ante la costumbre de tenerte a mi lado, me siento sola sin ti y hay momentos difíciles. Yo estoy en un momento difícil, la espera se hace larga, la ansiedad invade a la paciencia y no te tengo más aquí. La vida nos ha presentado dos trenes, uno a cada uno, buenos los dos, pero uno diferente a cada uno. Esta vez has tenido que correr, que si no se te iba el tren. Ya lo sabemos; antes hubo otros, después llegarán más, pero no éste. Y éste es el que tú quieres, el que te hace feliz a ti. Porque la vida es tuya y tuyos también los deseos. No es nuestro momento para subirnos al mismo, ese ya llegará y lo disfrutaremos, pero no ahora. Tú espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.
 
 


Ahora mi tren está aquí, me he bajado un rato, y a pesar de los días grises la primavera ya está aquí tiñendo todo con sus colores y yo quiero disfrutar de mi estación. Esta estación la elegí yo y tú me acompañaste, porque no estoy sola, porque tú me quieres, sin embargo sabemos que es momento de vivir en andenes distintos. Yo quiero tiempo para mí, quiero amar, quiero vivir, quiero conocerme a mí misma aquí y ahora. Es mi momento y me gusta a la persona que estoy descubriendo y a la cual sólo veía de vez en cuando. ¿Es así verdad mamá? Aprovecho para recomendar la película Mil palabras, no para que la veáis con los ojos, sino para que la psicocinéis con el corazón y las cabecitas. Por el momento mi gente vive siempre aquí, en mis sentimientos.
 
Yo siempre ando quejándome de falta de vocación, no me llenan los RRHH, no quiero investigar toda la vida, me encanta la cocina pero ¿¿trabajar en un restaurante?? ¡¡Vaya horarios!!, me gustan muchas cosas pero no me centro y ahora quiero encontrar mi sueño, la vida me ha dado todo lo que necesito para buscarlo, estoy lejos de casa pero con apoyo detrás, sola pero sabiendo que si no me veo feliz, te lo digo y vendrás por mí. Voy a tomarme esta estación como una oportunidad de encontrar mi sueño, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento. Porque yo lo he decidido, porque yo lo quiero. Porque no quiero que el tiempo que pasemos así sea sólo tiempo, porque quiero hacer del tiempo vida para vivirla ahora y no pausarla a la espera de ella.
 
Por el momento he empezado por algo parecido a un ejercicio que explica Louise Hay en su libro Usted puede sanar su vida del que hable en un post anterior. Sin embargo este ejercicio lo he simplificado haciendo de él algo muy complicado en lo que tengo que trabajar mucho más: PONTE DELANTE DEL ESPEJO Y MÍRATE. Qué difícil ¿no es cierto? Al igual que os dije con la película no os miréis sólo con los ojos, llegar un poco más adentro y en todo lo posible gustaos. No es fácil si seguimos mirando. Sobre todo algo muy importante es que lleguéis a vosotros mismos sin juzgar, que para eso ya están los demás…

Muchas veces pienso en mí misma y en lo poco rebelde que he sido/soy, y eso que lo he intentado… he llevado vaqueros rotos y hasta un piercing en la lengua… bueno y hasta un tatuaje (a los rotos les cosía una tela debajo, el piercing me lo hice en la lengua para poder quitármelo sin marca y el tatuaje era con tinta que se quitaba a los cinco años = rebelde de mentira). Pero ser rebelde no es eso. Ser rebelde es levantarte cada mañana y empeñarte en perseguir tus sueños. Cueste lo que cueste. Y hasta ahora yo no he sido capaz de eso, así que voy a ello, sin garantías, sin saber qué tormenta me arreciará ni cuántas más vendrán. Yo por si acaso me he comprado un impermeable amarillo para hacerlas más llevaderas. Tú espérame, tan sólo espérame, que en cuanto pueda volveré.
 
 
 
 
Os seguiré contando, pero hasta el momento os dejo con este vídeo y psicocinando ideas.