viernes, 14 de septiembre de 2012

Con el fin del verano, estrenamos nueva vida.

Queridos lectores, este verano está a punto de acabar y en esta ocasión me traerá cambios muy importantes en mi vida.

Éste que acaba ha sido un verano de playa, viajes, familia, kilómetros, bodas, aprendizaje personal, sol, mudanza y algún que otro desengaño (no amoroso).

Comenzamos el verano con la noticia de que a mi chico no le renovaban el contrato de trabajo, lo que empezó a movilizar nuestras psicocinas de ideas (cabezas) buscando algún plan de acción. La idea que desde el principio fue ganando posiciones fue la de ver la nueva situación como una gran oportunidad de ir a vivir a otro país por un tiempo, y así empezamos a mirar en blogs, webs y demás, los mejores países para emigrar. Esta no es tarea fácil, ya que hay muchísima información en español para latinoamericanos que quieren emigrar a España, pero prácticamente nada para españoles que queremos emigrar.

Poco a poco fuimos estrechando la lista hasta que un día de julio nos llegó el mejor regalo de cumpleaños que podíamos esperar. Con este regalo la lista se redujo por fin a los países de habla inglesa, ni siquiera a todos. Esta tarea ya era mucho mas fácil, buscamos un sitio que nos abriera oportunidades laborales, que nos permitiera estar allí unos meses para buscar esas oportunidades y que no estuviera trillado de españoles.

Pensamos al final la opción de Canadá, y poco a poco, paso a paso, nos hemos encontrado aquí y ahora, a menos de 12 horas para estar volando rumbo a Toronto. Allí me reencontraré con personas muy queridas después de exactamente 11 años...

Con la decisión tomada el verano ha ido pasando de forma espectacular, han sido los dos meses de mi vida que más kilómetros he hecho por carretera, pero sin dudarlo. Varias veces Fuengirola, un par de veces Madrid y Cuenca, Burgos, Chinchón... pasando por Granada para comernos algún Shawarma. Ha sido un no parar, y todo esto con base en Jerez todos los lunes, para darle clases a esos niños que tanto echaré de menos y espero que ellos a mí también, A, P, B, E, D.

Entretanto también hemos tenido visitas en casa con las que lo hemos pasado genial; días de playa, noches familiares, partidas interminables e inolvidables de Canasta, buenas charlas... No ha faltado nada de un verano que se precie, le hemos exprimido hasta la ultima gota a este sol de nuestra tierra que tanto echaré de menos en el invierno canadiense.

También en verano han caído en mis manos dos tesoros en forma de libro y película. El libro se titula "Usted puede sanar su vida" de Louise Hay (del cual acabo de descubrir en Google que hay una película documental), el libro me lo regaló hace unos meses mi madre con una gran dedicatoria (gracias mamá) y sin querer, conforme vas leyendo, ha ido cambiando mi modo de ver muchas cosas de la vida y cómo nos las tomamos. En cuanto a la película, una tarde cualquiera de verano en la baja Andalucía, de esas de 40 grados a la sombra, vimos en Digital plus una peli con un título bastante curioso "Happythankyoumoreplease", así, todo junto, y decidimos verla... Me encantó, además desde entonces hemos hecho del título nuestro lema de vida: GRACIAS MÁS POR FAVOR. Viene a decir que hay que dar las gracias a la vida, al universo, así por que sí, y además pedirle más. Ser más felices todavía, aprovechar todo lo que se presenta. Vivir la vida o bebérsela, como dijo ayer Alex O'Dogherty (@AlexODogherty) en su show The Hole. En definitiva, ser optimistas, positivos y saber que sólo nosotros tenemos el poder de guiar nuestra suerte o nuestro destino. En relación con esto estoy recordando algo que nos dijo nuestro buen amigo F (un grandullón entrañable al que apreciamos muchísimo). Nos contó la metáfora de "El tren solo pasa una vez en la vida" desde otro punto de vista diferente. Dice así: "Trenes pasan muchos todos los días, pero eres tú el que decides montarte en uno y en qué estación subirte". Cada uno puede psicocinar esta idea en su cabeza durante un rato.

Conforme pasaba el verano se acercaba el final y las despedidas, de una en una, ciudad por ciudad, alejándonos del sur y dirigiéndonos a nuestro punto de partida, Madrid. En todas he estado un poco triste. Sin embargo y sin duda, la más dura la de Fuengirola, yo con la edad me estoy volviendo sensiblera del todo! Como una dieciochoañera que se va por primera vez de su casa para ir a la universidad (quien me conozca sabrá lo mucho que dista esto con la realidad), me abracé a mi madre y no podía dejar de llorar, a lo que se unió Natalia y las tres Marías como tres magdalenas.
Hoy ha sido la última, después de una semana de amigos que quedaban por ahí.

Ahora tendría que dormir, pero no sé si podré. Nunca duermo bien antes de un viaje. Lo que sí es cierto es que tengo unas ganas locas de emprender este nuevo camino junto a la persona que me acompaña desde hace casi tres años y con la cual tenemos trilogía propia, verdad J?

Pronto volveré contando historias nuevas, hasta entonces os dejo psicocinando ideas.

2 comentarios:

  1. Jaja,bienvenida al mundo blogger!! Con que Canadá??!! Seguro que te va a ir 10 con estos nuevos proyectos!! Ya tienes una seguidora y esperaré con ganas el segundo post!!

    Besitos desde mimaletadecolores.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. M encanta, optimismo es lo q hace falta hoy en día!! Echare un vistazo a ese libro..y el título d la peli..chapó!!os deseo lo mejor.tq

    ResponderEliminar